martes, 6 de abril de 2021

El lobo y el ratón


Un día un lobo estaba en el campo tomando el sol. Pasó por allí corriendo su amigo el ratón. Parecía muy asustado y el lobo le preguntó:

- ¿Por qué corres tanto amigo ratón?

- ¡El gato me quiere comer!- contestó el ratón. - Yo solo fui a comer un trozo de queso y el gato me dijo que estaba aburrido y para divertirse me cazaría.

- No te preocupes amigo ratón, yo te ayudaré - contestó el lobo-

Los amigos tendieron una trampa al gato y cuando fue a cazar al ratón, el lobo apareció y se comió al gato de un bocado.

Moraleja: si te rodeas de buenos amigos, cuando tengas problemas ellos te ayudaran.
Alba Fotanilla 4ºB

miércoles, 24 de marzo de 2021

La rosa

 El flamenco ligero como una rosa.
Su perfume huele como una mariposa.
La rosa es de seda como la primavera.

La rosa es más grande que el sol,
que por el día brilla un montón.
La rosa se parece a un corazón,
con su color rojo, símbolo del amor.


Lidia Bermejo 4ºB❤️

Ratoncillo

 El ratoncillo es gris,
como la punta de mi rastrillo
y yo siempre le pillo,
comiendo gusanillos.

Jairo García 4ºA

LA BELLA ROJA

 La bella rosa 
de color rosa 
la lleva el aire 
como a una mariposa. 
La bella rosa 
le pincho a una 
mariquita en su 
cuerpo rosita. 
La bella rosa  
bien bella está, 
si no la haces caso 
ella te pinchará. 

Diego Lentijo 4ºB

 Por la noche nadie duerme
porque el brillo de la luna
no se puede soportar.
El agua del río baja
transparente como un cristal,
refleja el brillo de la luna
como si fuese el sol.
Los conejos corren por la orilla
a la velocidad del rayo
porque no pueden dormir.  

Álvaro Fernández4ºB 

 La luna brilla tanto que
cuando sales a la calle
lo ves todo blanco.
Un conejo se asusta,
y corre sin dejar rastro.
Entonces el agua tiembla,
y el conejo se despereza.

 Héctor 4ºA

LOS CONEJOS



 Los conejos corren tan rápido que ni un guepardo los alcanza,

corren los conejos

seguidos de una lanza.

 El agua del río es tan transparente como un cristal,

se bañan los conejos

con una energía brutal.

 El brillo de la luna es tan fuerte como un elefante,

comen los conejos

frutas gigantes.

Lucía Fernández. 4ºA

MAGA POR CASUALIDAD.

Érase una vez un mago llamado E que era muy fiestero. Un día invitó a sus amigos A y C a una fiesta. Cuando llegó el momento de bailar, los amigos CAE unieron las varitas y bailaron.  Pero hicieron una puerta mágica que fue a parar a la Tierra. Justo en ese momento vino Amy, una chica de 12 años a la que le encantaba explorar. Venía toda sudada, porque venía de atletismo. Pero al abrir la puerta de su cuarto, no se vio tirada en la cama y tranquila, sino en una... ¡¿fiesta!? Exactamente: está en el mundo de los magos y magas, Ool ! 

Amy miró a su alrededor confusa. Rápidamente se fue de allí, a la calle. V, una chica de 17 años  la vio y la llevó a su casa. Allí la curó, pero se le cayeron polvos *H.M* en la cura. * H.M: Hazte Mago.* Amy notó un escalofrío. Cogió un palito y éste se alargó hasta hacerse varita. Pensó en su perro Rocco y giró la varita. ¡PUF! Apareció Rocco ante sus mismísimas narices.

“Seré maga. Me vendrá bien ropa.” Y se encontró vestida de maga. Rocco también estaba vestido de mago. V la vio de nuevo y la recogió pero ella gritó en el centro de Ool : “¡¡PELEA DE ALMOHADAS!!” Imagínate: todas las personas de Ool con almohadas! Después de una larga pelea de almohadas, sintió hambre, pero en Ool solo había bichos. Creó  un portal y cerró los ojos. Al abrirlos se encontró en su cama, con Rocco lamiéndole  la cara, y con la ropa de atletismo. “Todo ha sido un sueño “, dijo mientras pensaba en NO estar sudada. ¡PUF! Fuera sudor. En ese momento, Amy oyó un grito que la arrancó de sus pensamientos. “¡ A merendar !” Gritó su madre.  “Pude que aún tenga algún  poder”, se dijo mientras bajaba las escaleras.                                              Y Colorín colorado, Amy su magia ha lanzado.

 Lucía Fernández Barrocal 4ºA

Una noche exagerada

 

Los conejos de la banda Rapidez corren más que la velocidad de la luz en su primer concierto. Al otro lado del pueblo el agua cristalina resplandece a los pies de la luna que como brilla más que el sol nadie de los habitantes pueden dormir. El hermano de la vaca corre como un guepardo dando vueltas al azuloso río.

4ºA Julia del Campo.


Un espléndido lugar

 En un tranquilo y bonito campo, había una cabaña de madera y paja, a su derecha se encontraba un gran árbol. Por detrás podemos ver un río y unas grandes montañas. Allí vivía un granjero con sus animales. El granjero llevaba puesto una camiseta verde, acompañada de un peto azul y unos playeros rojos y blancos. Su aspecto era de lo más natural, pelirrojo, guapo y gordito. En su mano sostenía su rastrillo gris, de tamaño mediano y hecho de metal. Delante de él, su perro sacaba la lengua cansado, era gris y blanco, en su cuello llevaba su collarín redondo de color rojo y dorado hecho de cuero. Cerca de el perro se encontraba una  oveja blanca y negra muy tranquila. Al fondo un caballo marrón y blanco andaba por la pradera. Más allá la vaca sonriente movía su cola con manchas marrones y blancas.

Parecía un bonito y espléndido lugar.



Laura Álvarez Morejón 


lunes, 21 de diciembre de 2020

La Rampa de mi Abuelo.

 Según dice mi abuelo… Un día cuando paseaba con mi caballo, que ya tiene ¡35 años!, había una rampa ¡enorme!, con muchísima cebada. Mi caballo se resbaló y yo empecé a gritar:

- ¿Qué ha pasado?... ¡Socorro!

Mi abuelo me preguntó:

-¿Estás bien?

Y yo le dije:

-Sí, solo me he caído en un charco inmenso.

Me levanté y estaba empapada hasta los calcetines; el pelo me chorreaba a cántaros; se podía beber agua de los pantalones de la cantidad que tenían, y los zapatos... no se podía andar con ellos  porque estaban más llenos de agua que el océano.

Carla Sandoval 4º

miércoles, 9 de diciembre de 2020

LA PERRITA PERDIDA

Cuando desperté mi perrita se perdió.

Fui a pedir ayuda al vecino,

y no me quiso ayudar sin que le diera la recompensa.

Fui a mi madre para que me diera la recompensa,

y no me la quiso dar sin que lavara la ropa.

Fui al lavadero a lavar la ropa,

y no me dejaron lavarla sin que les diera el jabón.

Fui a la jabonera para que me diera el jabón.

 La jabonera me  dio el jabón.

Fui al lavadero,

les di el jabón y me dejaron lavar la ropa.

Fui a mi madre,

le di la ropa y me dio la recompensa.

Fui al vecino,

le di la recompensa y me ayudo a buscar a mi perrita.

¡ La encontramos !
4ºB NAZARET

EL MEJOR CUMPLEAÑOS DEL MUNDO

El ocho de agosto era el cumpleaños de Marta. Sus amigas le hicieron una tarta para sorprenderla, pero cuando fueron a buscarla el hermano de Marta la había cogido.

- No os daré la tarta si no me deis un caramelo.- dijo el hermano de Marta.

Las amigas fueron al kiosco a por un caramelo. 

- No os daré el caramelo si no me traéis un chorizo.- dijo el tendero.

Las amigas fueron a la carnicería a por un chorizo.  

-No os daré el chorizo si no me dais el cerdo.- dijo el carnicero. 

 Las amigas fueron a la granja a por el cerdo.

‐ No os daré el cerdo si no  dais paja para el cordero- dijo el granjero.

Las amigas fueron a por la paja donde el pastor.

‐ No os la daré la paja si no me dais 10 €- dijo el pastor. 

Las amigas fueron a por los 10€ a casa del padre de Bea.

-Tomad los 10€.- dijo el padre de Bea.

Con los 10 € que tenían se los dieron al pastor y el pastor les dio la paja. La paja se la dieron al granjero y el granjero les dio el cerdo. El cerdo se lo dieron al carnicero y el carnicero les dio el chorizo. El chorizo se lo dieron al tendero y el tendero se les dio el caramelo. El caramelo se lo dieron al hermano de Marta y por fin les dio la tarta.

Por la tarde quedaron con Marta para felicitarla y le dieron la tarta que habían hecho. Marta se puso muy contenta y les dijo que eran las mejores amigas del mundo.

Colorín colorado esta aventura se ha acabado.

ALBA, ESTELA Y CARLA 4ºB


miércoles, 2 de diciembre de 2020

La margarita



Hace muchos años había una isla llamada Islantilla donde había  muchas margaritas. Se me callo mi margarita y me la cogió mi gatilla. No me la quiso dar sin que le diera el panecillo. 

Fui al panadero para que me diera el panecillo. No me lo quiso dar sin que le diera el dinero. 

Fui al cajero para que me diera el dinero y no me lo quiso dar sin que le diera la llave.

Fui al ferretero para que me diera la llave y no me la quiso dar sin que le diera la muestra. 

Fui a casa de mi padre para que me diera la muestra y no me la quiso dar sin que le diera un pastel de fresa.

Fui al pastelero para que me diera el pastel  y no me quiso dar el pastel sin que le diera el carbón. 

Fui a el carbonero para que me diera el carbón y no me lo quiso dar hasta que le diera un cajón.

Fui al carpintero a que me diera el cajón y no me lo quiso dar sin que le diera la pintura.

Fui a el pintor para que me diera la pintura y no me quiso dar la pintura sin que le diera el color.

Fui al diseñador para que me diera el color y no me lo quiso dar sin que le diera la tela.

Fui al orillo para que me diera la tela y no me quiso dar sin que le diera el hilo.

Fui a la mercería a que me diera el hilo y me quiso dar sin que le diera la camiseta.

Fui a el sastre para que me diera la camiseta y no me quiso dar sin que le diera una aguja.

Fui al herrero para que me diera la aguja y no me quiso dar sin que le diera el cristal.

Fui al cristalero para que me diera el cristal y me lo dio.

Fui al herrero le di el cristal y me dio la aguja.

Fui al sastre le di la aguja y me dio la camiseta.

Fui a la mercería le di la camiseta y me dio el hilo.

Fui a el orillo le di el hilo y me dio la tela.

Fui al diseñador le di la tela y me dio el color.

Fui al pintor le di el color y me dio la pintura.

Fui al carpintero  le di la pintura y me dio el cajón.

Fui al carbonero le di el cajón y me dio el carbón.

Fui al pastelero le di el carbón y me dio el pastel de fresa.

Fui a la casa de mi padre, le di el pastel de fresa y me dio la 

muestra.

Fui al ferretero le di la muestra y me dio la llave.

Fui al cajero le di la llave y me dio el dinero

Fui al panadero le di el dinero y me dio el panecillo.

Fui a mi gatita le di el panecillo y me dio la margarita.

Fui a Islantilla y le di mi margarita.

Carla, Julia y Nicolás 4ºA


 

La capa de Superman


Érase una vez un superhéroe llamado Superman. En una misión suya contra Joker se le rompió la capa y le tocó ir al sastre para que se la arreglase y siguir protegiendo el mundo.

Cuando fue al sastre para que le arreglase la capa, Superman le dijo:

-¿Me puedes coser la capa para seguir protegiendo el mundo? El sastre le contestó que sí, pero que a cambio de magdalenas, y si pudiesen ser recién sacadas del horno, que así le encantan.

Superman fue a la panadería y le dijo al panadero:

-Quiero magdalenas recién sacadas del horno porque al sastre le encantan así. El panadero le dijo que sí, pero que a cambio de pescado ya que a él y a su familia les encanta.

Superman fue a la pescadería y le dijo al pescadero:

.-Necesito pescado para el panadero y su familia, porque me ha dicho que les encanta. El pescadero le dijo que sí, pero que a cambio de leche porque no es mi comida favorita pero la necesito para el desayuno.

Superman fue a la lechera y le dijo que necesitaba leche para el pescadero para desayunar. La lechera le dijo que sí, y le dio dos cubos de leche.

Superman fue a la pescadería y le dio la leche al pescadero. A cambio este le dio cinco pescados para el panadero.

Con los cinco pescados Superman fue a la panadería y se los dio al panadero. A cambio el panadero le dio las magdalenas.

Entonces Superman fue al sastre y le dio las magdalenas recién sacadas del horno. El sastre le dijo:

-Gracias por las magdalenas me encantan y le arregló la capa.

Superman siguió protegiendo al mundo.

Mateo Téllez 4ºA

JUANITO Y EL PESCADITO.



Yendo yo por mi pescadito, perdí mi dinerito.

Me lo cogió mi gatito, y no me lo quiso dar sin que le diera el pescadito para cenar.


Fui a la pescadería y no me quiso dar el pescadito sin que les diera la carne.

Fui a la carnicería para que me dieran la carne, 

y no me la quiso dar sin que les diera los huevos.

Fui a la huevería para que me dieran los huevos, 

y no me los quiso dar sin que les diera el queso.

Fui a la quesería para que me dieran el queso,

y no me lo quiso dar sin que les diera  la leche.


Entonces fui a casa de mi abuelo, que tiene una vaca,

y le pedí que me diera un cubo de leche para poder llevarlo a la quesería.

Fui a la quesería para que me diera el queso. La quesería me dio el queso. Fui a la huevería, le di el queso, y me dio los huevos. Fui a la carnicería, le di los huevos, y me dio la carne. Fui a la pescadería, le di la carne, y me dio el pescadito.

Fui a buscar a mi gatito, le di el pescadito y me dio mi dinerito.


Y colorín colorado este cuento se ha acabado. 

Lucía, Valeria y Cristian 4ºA


El pirata Pepito

El barco del pirata Pepito chocó  con  una roca.

Fue al mecánico y no le quiso arreglar el barco si no le daba una herramienta.

Fue a la ferretería a pedir la herramienta y no se la  quiso dar y si no le daba un traje de arreglar. 

Fue a la tienda de ropa a pedir un traje de arreglar y no se lo quiso dar y si no le daba unos zapatos.

Fue a la zapatería a pedir unos zapatos y no se lo quiso dar si no le daba una bufanda.

Fue a la tienda de complementos a pedir  una bufanda y como no se lo dio pero pidió unos guantes

Fue a la última tienda a pedir  unos guantes. Y el tendero le dio los guantes.


Fue a la tienda de complementos y le dio los guantes y él le dio la bufanda. Fue a  la zapatería le dio la bufanda y le dio la zapatera los zapatos. Fue a la tienda de ropa le dio los zapatos y le entregó el traje de arreglar. Fue a la ferretería y le entregó el traje y le dio la herramienta. Fue al mecánico le dio la herramienta y le  arregló el barco y 


Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Ángel, Laura y Sergio 4º A


EL PASTELERO MÁGICO

Érase una vez y mentira no es, un pastelero quería un cuchillo de pasteles mágico.

Fue a el herrero para cosas mágicas y no pudo dárselo sin el platino mágico

Así comenzó la aventura del pastelero en busca del legendario cuchillo.


Fue al minero, y no se lo quiso dar sin que le diera las herramientas.

Fue al ferretero ,y no se lo quiso dar sin que le diera pescado.

Fue al pescador, y no se lo quiso dar sin que le diera la caña.

Fue a la fábrica de cañas, y no se lo quiso dar sin que le diera el hilo.

Fue al hilandero, y no se lo quiso dar sin que le diera la fruta.

Fue al frutero, y no se lo quiso dar sin que le diera la tienda de fruta.

Fue al vendedor de tiendas de fruta, y no se lo quiso dar sin que le diera el dinero.

Fue al banco, y no se lo quiso dar sin que le diera el DNI.

Fue al policía, y no se lo quiso dar sin que le diera el ordenador.

Fue a la tienda de tecnología y no se lo quiso dar sin que le diera el coche. 

Fue a la Renault y no se lo quiso dar sin que le diera la Play Station 5. 

Fue a Sony y no lo quiso dar sin que le diera unas zapatillas Nike. 

Fue a la fábrica de Nike y no se lo quiso dar sin que le diera un avión. 

Fue a Iberia y no se lo quiso dar sin que le diera un perro. 

Fue a la perrera de Carla y si se lo quiso dar.


Fue a Iberia y le dio el avión.

Fue a la fábrica de Nike y le dio las zapatillas. 

Fue a Sony y le dio la Play Station 5.

Fue a la Renault y le dio el coche.

Fue a la tienda de tecnología y le dio el ordenador.

Fue a la policía y le dio el DNI.

Fue al banco y le dio el dinero.

Fue al vendedor de tiendas de fruta y le dio una tienda de fruta.

Fue al frutero y  le dio la fruta.

Fue al hilandero y le dio el hilo.

Fue a la fábrica de cañas y le dio la caña.

Fue al pescador y le dio el pescado.

Fue al ferretero y le dio las herramientas.

Fue al minero y le dio el platino mágico.

Fue al herrero para cosas mágicas y le dio el cuchillo de pasteles mágico.


Y así fue como el pastelero mágico se quedó con el cuchillo mágico

FIN

Alba, Alonso y David 4ºA

jueves, 26 de noviembre de 2020

CLAUDIA Y EL GORRO AZUL

  Había una vez una niña llamada Claudia . Claudia un día estaba paseando y se le ocurrió ponerse el gorro, se le calló  porque el aire se lo tiró. Fue corriendo a por él, pero no lo alcanzó y se quedó atascado en la rama de un árbol. Le pidió a la señora búho que se lo bajara y dijo:

-Búho, ¿me puedes coger el gorro ?

-No, si no me traes hojas.

Y fue a un árbol súper alto para coger hojas. Pero no alcanzaba y tuvo que llamar a un amigo para que  cogiese muchas hojas. Y dijo :

 -¿Me puedes coger hojas del árbol para dársela a la señora búho que no me ha dado  el gorro?

-No si no me das caramelos.

Se fue al quiosco de al lado en el que trabajaba Alba, la señorita del kiosco.

- Me puedes dar caramelos  para dárselo a mi amigo, para que me de las hojas  para podérselas dar a la

señora búho para que me dé mi gorro?

-¡No te voy a dar caramelos si no me das regalices de la tienda de al lado!: 

 -Señor, deme un regaliz para que  la tienda de alado me dé un caramelo para que mi amigo me de las hojas del árbol, para que la señora búho me coja el gorro azul. Y  dijo:

-No hasta que no me des maíz de la granja

Y entonces fue a la granja a coger maíz´. ¡Se lo dio! Entonces fue a la tienda de regaliz dio el maíz y la dio el regaliz; y fue a el kiosco le dio el regaliz; y Alba le dio los caramelos.  estaba su amigo y se lo dio. Cogió las hojas y se las dio a la señora búho. La señora búho le dio el gorro. Y colorín colorado se me volvió el gorro  la mano.

LEIRE, JESÚS y DANIELA


lunes, 23 de noviembre de 2020

ANA Y SUS GAFITAS

 Ana iba andando a por unas salsitas y le quitaron las gafitas.

Le pidió las gafitas pero no se las quiso dar sin la ropa.

Fue a la tienda a por ropa pero no se la quiso dar sin la lana.

Fue a por la lana y no le dio lana pero no se la quiso dar sin la hierba.

Fue al prado a por la hierba pero no se la quiso dar sin que le diera el abono.

Fue a por el abono a la granja pero el granjero no se lo quiso dar sin un cerdo.

Fue al bosque a por el cerdo y lo consiguió coger. 

Fue a la granja y le dio el cerdo al granjero y el granjero le dio el abono.

Fue al prado y le dio el abono y el prado le dio la hierba.

Fue a la oveja y le dio la hierba y la oveja le dio la lana.

Fue a la tienda y le dio la lana y la de la tienda le dio la ropa.

Fue al ladrón y le dio la ropa y el ladrón le dio las gafitas .

Ana consiguió las gafitas y se fue a por las salsitas.


Luis, Alex y Adrián 4ºB 


EL INVENTOR

Había una vez un señor llamado Arturo, que era  inventor y estaba inventando una máquina del tiempo con piezas que se encontraba por la calle. Cuando por fin la construyó iba a viajar en el tiempo al futuro. En el viaje, la máquina se rompió y en vez de ir al futuro, fue al pasado, a la era de los hombres de piedra. Se encontró con un mamut que destrozó la máquina. El mamut le quería comer. Arturo corría y corría. Se escondió en una cueva. El mamut no lo encontró y se fue. 


En esa cueva vivía un cavernícola llamado Trog:

- ¿Me puedes ayudar a arreglar la máquina?- dijo Arturo.

- Te ayudaré si me consigues comida- contestó Trog


Arturo fue en busca de comida y se encontró a otro cavernícola, llamado Rach que estaba cazando mamuts:

-¿Me darías comida?- dijo Arturo

-Sólo si me das una flecha para cazar- dijo el cavernícola Rach.

 Fue a buscar piedras y madera para hacer flechas. Hizo las flechas y fue a dárselas a Rach, que le dio la comida para Trog.


 Trog  ayudó a Arturo a arreglar la máquina del tiempo, tardaron dos días hasta que estuvo arreglada.  Arturo regresó  a  su casa muy feliz y cansado de la aventura que tuvo.


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.  

Nuria, Iván y Paula 4ºB                         


LA RAMA ROTA

 Había una vez un árbol muy viejo. Tan viejo, tan viejo, que un día se le rompió una rama. Le pidió al búho que vivía dentro de él que, por favor, fuese a buscar su rama. Pero cuando el búho bajó, el  zorro se la había llevado. 

-No te daré la rama si no me das  la gallina - dijo el zorro. 

El búho fue a buscar a la granjera.

-No te daré la gallina, si no me das las patatas -  dijo la granjera.

El búho fue a buscar a Pepito, el del huerto.

- No te daré las patatas si no me das el abono - dijo Pepito

Entonces, el búho fue a buscar a Juan Antonio, el del almacén.

-No te daré el abono, si no se me das las cajas - dijo Juan Antonio.

El búho fue a la papelería, a buscar las cajas.

-Toma, las cajas - dijo el dueño de la papelería.

El búho le dio las cajas a Juan Antonio, el del almacén, y le dio el abono. Fue a Pepito, el jardinero, y le dio el abono. Y Pepito le dio las patatas. Fue a la granjera, y le dio la gallina. Fue al zorro, le dio la gallina, y ya le dio la rama. Fue al árbol y le dio la rama.Y por fin el búho pudo dormir en paz.

Lucía, Elena y Mario 4ºA